Para el 2015 cuando el actual y desde entonces gobernante del país, solicitó la apertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, OACNUDH, en Tegucigalpa, quiso enviar un mensaje a la nación y al mundo en el sentido de no temer la presencia de este organismo de las Naciones Unidas, porque en Honduras no se violaban, sino, que se respetaban y garantizaban los Derechos Humanos.
Quienes no se tragan los mensajes así, saben que las cosas no son de esa manera y que estas oficinas no las abre la ONU donde no se necesitan. Y se necesitan, en los países en donde la situación de violación de los derechos humanos es sumamente grave. Honduras es el caso y el gobernante lo sabía; pero, confió en que quien llegara a esa oficina, fuera un diplomático más. Estilo Honduras.
Y llegó doña María Soledad Pazo. Entre que se instalaba con su Equipo y se familiarizaba con el entorno, transcurrieron sus primeros meses en el país sin que al parecer pasara nada. El gobernante y su gabinete estaban encantados con su acierto. Incluso, periodistas y defensoras/es de los DDHH, que, sin entender los alcances del mandato de la Oficina, esperaban de ella un protagonismo de activista y criticaron duramente su accionar y se atrevieron a decir que no servía para nada.
Pero su trabajo comenzó a visualizarse y las incomodidades comenzaron a hacerse notorias. Primero doña Julieta, correligionaria del mandatario, en su fallido papel de domesticadora de estudiantes, quien cuando la OACNUDH manifestó su preocupación por las acciones represivas en la UNAH, doña Julieta cuestionó: “La posición de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos es tan dañina para el país porque lo que hace esta oficina es justificar la violencia e indirectamente incita a la violencia” (elHeraldo.hn).
Luego las denuncias y señalamientos al gobierno, manifestadas como preocupaciones por su manejo de diferentes conflictos con uso excesivo de la fuerza y utilización abusiva e indiscriminada de gases lacrimógenos en desconocimiento de lo que establecen los estándares internacionales: Desalojo violento de campesinos en Tutule, La Paz, 2017; Pajuiles, Tela 2017; La lucha del pueblo lenca de Reitoca, 2019; La lucha de campesinas y campesinos en defensa del agua en Guapinol, 2019; el juicio por el asesinato de Berta Cáceres; el asesinato de indígenas Tolupanes, los sucesos en el entorno post electoral, etc. Todo y mucho más crispó la intolerancia del régimen y lo convenció de su error con la OACNUDH, por lo que es un alivio que se vaya.
María Soledad Pazo se va de Honduras. Bajo el trillado argumento de la rotación ordinaria y periódica dentro del Organismo, la ONU justifica la salida de la alta funcionaria de la Oficina de Honduras. Nadie cree tal explicación, pues de inmediato piensa en el Informe: Responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el contexto de las elecciones de 2017 en Honduras: Avances y Desafíos” el cual retrata de manera contundente al actual gobierno de cara Examen Periódico Universal, EPU, 2020, a realizarse en Ginebra en mayo próximo. Seguramente los principales logros que presentará la representación del Estado, serán: la expulsión de MACCIH y la de doña María Soledad.
Igual que en su momento ACI PARTICIPA respaldó totalmente el contenido del referido informe presentado en enero pasado, ahora, respalda de manera categórica el trabajo realizado por la Oficina de la OACNUDH en Honduras bajo la gestión de doña María Soledad Pazo y, le expresa su profundo agradecimiento por la labor desarrollada en pro de los derechos humanos de todas y todos en nuestro país. Expresa así mismo, su hondo pesar por su intempestiva marcha, dejando un enorme vacío en la comunidad de defensoras y defensores de los derechos humanos.
A criterio de ACI PARTICIPA, María Soledad Paso superó su reto en Honduras, en un entorno terriblemente difícil, violento, inseguro, corrupto, con una población sumida en la desesperación a causa de la pobreza y la miseria, la desigualdad, la indefensión, la inseguridad y la impunidad. Sabemos en ACI PARTICIPA que, al marcharse se va con la frente en alto por haber cambiado el justificado escepticismo que teníamos defensoras y defensores de los derechos humanos respecto a ella y a su equipo y convertirlo en un consenso de apoyo y reconocimiento total.
¡HASTA SIEMPRE MARÍA SOLEDAD! En ACI PARTICIPA tienes TU CASA.
Tegucigalpa MDC, 28 de febrero 2020.